domingo, 27 de noviembre de 2011

Capítulo 3.

Durante toda la primera clase, Anne ha estado pensando en lo que han dicho Marga y Laura. Es cierto que ella le conoce, a la perfección realmente, pero esque ese chico, Raúl, es demasiado guapo y perfecto para que se fije en ella. Tal vez debería intentarlo, tiene su tuenti, su facebook y su correo electrónico apuntado en un papel. ¿Por qué no? Sus amigas tienen razón, no tiene nada que perder, y tiene mucho que ganar. Esa tarde lo hará.
Oh no, esa tarde no puede. Casi se había olvidado de que ha quedado con Juanjo en su casa a las cinco,y a las siete tiene piano.
Anne piensa en el tiempo que le queda libre. Las clases terminan a las dos y media, media hora que le lleva llegar a casa, serán las tres y, hasta las cinco, tiene dos horas.
El problema es que al día siguiente tiene examen de matemáticas y debería estudiar un poco, si quiere compensar el siete y medio que tiene en el examen anterior y subir su media.
Además, tiene que hacer varios trabajos, asique hoy será imposible agregarle a alguna de las redes sociales.
Menudo rollo se ha montado ella sola, en realidad el único inconveniente es que no se atreve, porque, mandar una petición de amistad no lleva mucho más de tres minutos.
-¿En qué piensas?
-¡Laura, qué susto! En nada, el examen de mañana, hay cosas que no tengo claras, y hoy no tenemos clase de matemáticas...
-No me mientas Anne, estabas pensando en el chico este, el rubito. ¿Por qué no le agregas a tuenti? Sé que lo tienes, te he visto varias veces el papelito con todas sus redes sociales. Vamos, ¡no tienes nada que perder!
Laura la conocía perfectamente, es su amiga desde los tres años, y con la que más complicidad tiene. Eso no quiere decir que con las demás chicas no tenga complicidad, solo es que ellas llegaron después, poco después, pero más tarde. A Laura no podía mentirle, la conocía demasiado bien.
-Te diría que no tengo tiempo, pero en mandar una petición no tardo más de tres minutos, asi que, no me creerás.
-No, no lo haré. - comenta mientras suelta una risilla.
-No me atrevo, pero lo haré, tranquila. Tal vez mañana, mañana lo haré, lo juro. - Anne hace una pausa y luego, mira a su amiga muy seria – Hoy quedé con Juanjo para ayudarle a estudiar, en su casa, a las cinco.
-¿Ayudar a estudiar a Juanjo? ¡Pero si tiene unas notas increíbles! - La chica piensa un poco, y sigue hablando - ¿A ti te gusta Juanjo?
Esa pregunta pilla a Anne despistada, pero antes de poder contestar, como antes de entrar en clase, entra la profesora de historia, y Laura tiene que irse a su sitio, dos filas más atrás de Anne.
Durante la clase de historia, Anne sabe que no va a conseguir concentrarse, la pregunta de Laura no tiene respuesta. ¿O si?
¿Le gusta a ella Juanjo? No, imposible. Le conoce desde hace tres años, cuando entró en ese instituto, y nunca ha sentido nada por el.
Le ha parecido guapo, y a quién no, Juanjo es un chaval muy atractivo,y es encantador, pero nunca le ha visto como algo más que un amigo. ¿Está cambiando su forma de verle?
-Señorita Pérez, ¿está usted pensando en como Colón no se pudo dar de cuenta de que había llegado a una tierra nueva, o está pensando en como atrapar a una de las moscas que vuelan por la clase?
Toda la clase empieza a reírse, y Anne, sigue la broma de su profesora:
-Profe, yo creo que Colón siguió a un pajarraco que encontró por ahí, porque, ya me dirá usted ¡como pudo desviarse tanto! A veces, incluso dudo si Colón era realmente marino...¿y quién no?
Más risas, excepto las de la profesora de historia, que mira muy seria a la chica.
-Lo siento – continúa Anne – estaré mas concentrada en la clase.
-Gracias Señorita Pérez.
Varios minutos después, una bolita de papel llega a la mesa de Anne. “¿Enserio dudas de que Colón sea marino? Hoy estás preciosa.”
No está firmada y no reconoce la letra. Mira hacia atrás y nadie la observa, todos están atentos a la explicación que la profesora está dando sobre el descubrimiento de América.
-¿Ha perdido a la mosca, Señorita Pérez?
-No, es que, estaba buscando un mapa por ahí, para compararlo con el que había antes de descubrir América, lo siento, puede seguir ya.
-Gracias.
Cuándo vuelve a sonar el timbre, que indica el cambio de clase, Anne se reúne con Laura y las demás y les enseña la nota.
-Sea quién sea, ¿qué majo no?
-Pero ¿por qué no ha puesto nombre ni nada?
-Supongo que por la misma razón por la cual tu no hablas con Raúl, y con eso no estoy diciendo que la haya escrito yo, desde luego, no escribo ni la mitad de bien que quién te haya mandado esa notita. - Contesta Marga.
-¿Entonces, que hago?
Antes de que cualquiera de las chicas pueda contestar, alguien le tapa los ojos a Anne.
-Hola, guapa. ¿Qué tal llevas el día?
Esa voz, ¡es Juanjo! ¿Qué hace él aquí?
-¿Juanjo? ¿Qué haces aquí?
-Hacerte una visita, la siguiente clase es tecnología, asique puedo llegar un poco tarde, y quería recordarte que hoy te espero a las cinco en mi casa. - después de decir eso, le besa la mejilla y le sonríe – Hasta luego chicas.
-Adiós, Juanjo. - Contestan todas sonriendo.
Cuándo el chico se ha marchado de la clase, todas miran a Anne con una sonrisa pícara.
-¿Qué pasa, no puedo tener amigos?
-Ya, amigos, ahora se le llama así. – comenta Noa y todas ríen a carcajadas.

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